Rafael Rodríguez

Desfile de Reyes
06 de Septiembre al 04 de Octubre, 2025

Texto por Papús Von Saenger

En 2023, Rafael fue invitado a una residencia artística en un edificio del arq. Mario Pani, en donde pensaba hacer una investigación sobre arquitectura. Pero su padre acababa de morir y esa investigación le pareció de pronto superflua. Uno no se puede sustraer de sus problemas; siempre se viaja consigo mismo. Se llevó a la Ciudad de México varias cosas que encontró cuando vació el departamento de su padre, un cuaderno, cartas, una máquina de escribir, un diente que apareció debajo de la cama y su anillo de matrimonio (el tercero). El padre siempre tuvo miedo de perder el anillo, sobre todo al final, cuando adelgazó mucho y se le salía del dedo. Rafael le propuso llevarlo con un lapidario para ajustarlo, pero su padre se negó. Me quitan el anillo el día que me muera, sentenció. Por esos días, una amiga le regaló un libro de Sergio Loo, donde descubrió este poema:

“Calcar tu rostro hasta que sea otro
Recordar
Recordar es la forma correcta de tergiversarte
Y olvidar
Arrancarte de mi album (cuerpo) fotográfico”

Esta fue la premisa, calcar el rostro de su padre hasta que se desvanezca. A partir de la fotografía de la credencial del IMSS que enmarcó, hizo sobre la pared un retrato al óleo que luego repitió, como un teléfono descompuesto o una fotocopia que va distanciándose del original. Como la fotografía era tamaño infantil, empezó a agrandar la escala y a liberar el trazo, logrando retratos deformes pero que siguen pareciéndose a su padre o a sus múltiples versiones. El pasado coexiste con el presente que fue. Tal vez toda esta pieza es una metáfora de la memoria, que opera en círculos donde convergen anécdotas, alteraciones y veladuras, y que la muerte vuelve aún más delirante. También muestra lo vano de su propia estrategia, ya que a veces la presencia que se quiere borrar, reencarna con más fuerza. En otra pared, Rafael marcó la circunferencia del anillo de matrimonio y con un cincel hizo un hoyo donde metió el diente, como en la película El inquilino de Polanski.

Cuando Rafael tenía ocho años, su padre le compró una caja con pasteles de 180 colores distintos de la marca Rembrandt en una pequeña tienda de arte en Querétaro. Fue un regalo oneroso, ya que esos pasteles eran importados. A pesar de presagiar su futura profesión, Rafael mantuvo la caja intacta; nunca usó los colores para no gastarlos. Rafael hizo un retrato de su padre muerto -esta vez a color- que colocó en el fondo de la caja de pasteles.

Cuando su padre se sintió muy mal, Rafael fue a buscarlo para llevarlo al hospital, pero él vivía en el centro de Querétaro y no pudo llegar a su casa en coche porque por su calle pasaba el desfile de reyes. Rafael tuvo que sacarlo en silla de ruedas y sortear la multitud. Murió en el camino. Atendiendo un mandato silencioso, lo cremó y depositó su urna junto a la de su abuelo en la cripta familiar. Su abuelo se llamaba Rafael. Su padre, Arturo. Rafael -el nieto- se llama Arturo Rafael, pero en la adolescencia empezó a usar Rafael para distanciarse de la imagen de su padre. Después, encontró entre sus papeles, una acta notariada donde su padre había cambiado oficialmente su nombre de Rafael a Arturo. En Tótem y tabú, Freud menciona el concepto del padre primordial que establece las reglas, el orden y el lenguaje, y afirma que tratar de eliminar al padre significa tratar de subvertir el orden simbólico per se, es decir, es una imposibilidad. Entonces Rafael encargó en el mismo lugar donde hicieron la urna, unas placas con sus nombres que pegó sobre tres trofeos coronados, como un homenaje a los padres destronados, y tal vez para conjurar y abrazar simultáneamente el pánico de convertirse en su propio padre.

Rafael Rodríguez (Querétaro, 1977) Rafael Rodríguez estudió arquitectura y se ha dedicado a las artes visuales desde 1998. Es miembro del Sistema Nacional de Creadores FONCA desde 2014 y 2019 . Su trabajo se ha presentado en galerías y museos de México, Inglaterra, Alemania, Canadá, Estados Unidos, España, Suecia y Austria. En 2006 su pintura “Modelos para un autorretrato / Lola” fue seleccionada para ser exhibida en la National Portrait Gallery de Londres en la vigésimo séptima edición del concurso BP Portrait Award, en el que obtuvo el segundo premio. En 2006 y 2009 se hizo acreedor a la Beca Nacional de Jóvenes Creadores del FONCA. Ha obtenido diversos premios y reconocimientos a su trabajo en el ámbito local y nacional. Ha impartido los talleres de pintura en espacios como Museo de la ciudad de Querétaro, Centro de las artes San Agustín en Oaxaca y Museo MARCO de Monterrey.

Sus exposiciones más recientes han sido Camino de chinos en el Museo de Arte Contemporáneo de Querétaro en 2020 , Fenómeno Solar en Museo Alhondiga de Granaditas Guanajuato 2022 y Carte de Tendre en Museo de la Ciudad de Querétaro 2023.

OTRAS EXHIBICIONES